lunes, 7 de julio de 2014

Los Amateurs Están en la Casa

Siete años han pasado desde su ultimo material inédito, y Molotov ofreció el pasado cuatro de Julio un concierto en el Auditorio Nacional para presentar su nueva producción discográfica "Agua Maldita" donde el boleto de entrada venía de cortesía al comprar su nuevo disco.

La lluvia no dejaba de caer pero eso no fue pretexto para toda la banda que jaló esa tarde para formarse a la fila del auditorio desde cinco horas antes del evento y ver a los Molochos de cerca. Eran aproximadamente seis de la tarde y en el metro auditorio se dejaban ver desde chavos de secundaria hasta esos rockeros de antaño con sus playeras de Molotov y uno que otro vagonero vendiendo alegrías, palanquetas y los 100 éxitos de la cumbia y bachata. 

Estábamos a dos horas y media del evento y dos de las cuatro filas del auditorio lograban darle la vuelta a los costados de las afueras del lugar. Rechifles, policías, inspecciones, "lleve lleve la playera" y todo ese, casi glorioso, folklore concertista. 

Las puertas se abren, la fila avanzaba, todos empezaron a correr, meterse en la fila y mentar madres. Los lugares de abajo volaron, así que sólo quedaba irse arriba de los palcos y obviamente corear "putos los de abajo", dejando a los de abajo sin nada que decir mas que hacer olas (jaja). Lo que se respiraba en el auditorio nacional previo al show telonero de D.M.C., era ese ambiente correcto en el lugar incorrecto. Gente con ganas de echar desmadre gritando, el ya casi trending topic global, "Eeeeeeeeeh puto" y coreando "No era penal, no era penal" pero ni uno de pie. Y al salir por una cerveza, en la fila seguía sin saber qué pensar del toquín; ¿Johnnie Walker Red Label en un concierto? ¿Molotov? ¿Auditorio Nacional? ¿Nuevo disco? bueno... Es gratis :D

Ocho treinta aproximadamente, me acabé mi cerveza, una visita al baño y al cruzar la puerta de entrada de nuevo... ¡Madres! D.M.C. estaba en el escenario haciendo mover a un auditorio nacional que parecía que no sabían qué estaba sucediendo o incluso quiénes eran los que estaban en escena, pero se la estaban pasando bien. Y después de una breve pero gran presentación (con todo y que no es como que su servidor sea un experto tratándose de Rap) Darryl McDaniels (D.M.C.) nos dejó con un buen sabor de boca, y a los que no saben apreciar a un telonero sin nada qué reprochar. 

Las luces se prendieron, y ahora las butacas se veían mas llenas, la zona preferente de abajo se veía casi llena mientras que arriba, con nosotros los mortales, ya pronto no cabría un alma más. Ahora con un ambiente mas amigable y fluido entre el publico que ya no aguantaba por ver a la Molocha.

21:15 horas, el auditorio oscuro era abrasado por las voces coreando "Mo-lo-tov, Mo-lo-tov" cuando Tito, Micky, Paco y Randy salen a escena abriendo la velada con "Oleré y Oleré el UHU" primera rola de este, su octavo disco lleno de su tan característico estilo lacra, bizarro, eternamente vulgar para las mamás y siempre irreverente para todos, el cóctel Molotov había llegado a la casa. 

La fiesta siguió con "Fuga", "Again N Again" y "La Pura Raza", este ultimo par con la compañía de sus invitados de lujo, D.M.C. Esto pintaba para superar muchas expectativas pues Molotov había prometido un show especial no sólo por su nuevo disco y no sólo porque andaban estrenando chalecos (ahora eran negros jeje) sino para celebrar el 18 aniversario de la banda. 

"... Y ahora esta es la historia de la banda y se llama Amateur" anunció Tito y a la cuenta de Randy el cuarteto hizo brincar al Auditorio Nacional... Si, brincar. Para que después sonara una canción, en palabras de Tito, "Y esto a quien se la quieran dedicar en esta ciudad tan organizada, esto es simple, puta y llanamente Chinga tu Madre... " para complacer tanto a nuevos como a viejos fans. Siguieron con el toquín interpretando tres cuartas partes del nuevo álbum con "El Que se Enoja Pierde", "La Necesidad" (con Paco en la batería y Randy en la guitarra) seguidas de "Llorari" y "No Existe" que ahora me convencieron mas que cuando las escuché por primera vez.

Al terminar las nuevas rolas coreadas por todo el auditorio, vino la voz de Tito anunciando el momento que no puede faltar en un concierto de Molotov "esta canción se llama (suspenso) Gimme The Power" haciendo que hasta, por si no era ya demasiado grande mi sorpresa, una pareja de extranjeros (me atrevo a decir gringos) junto a mi y el resto del recinto corearan a todo pulmón el icónico "Si nos pintan como unos huevones, no lo somos ¡viva México cabrones!" erizando la piel de más de uno. Los juegos de luces pintaron el escenario de verde blanco y rojo y a continuación, siguiendo con la tradición, tocaron Frijolero y Hit Me, dos de las rolas más crudas pero populares de su repertorio. Contando, en esta última, con la presencia del productor del nuevo disco Jason Perry en los coros para seguir colaborando en un par de nuevas rolas "Lagunas Metales" y "Gonner" y a continuación siguió el acontecimiento mas random y épico de las cuatro veces que me ha tocado ver a Molotov. Siguieron con otro clásico, Marciano, y como de costumbre siguieron con la versión punketona y aquí fue cuando, parado desde arriba, fui testigo de cómo todo valió madres; la gente de en medio se empezó a bajar a los pasillos frente al escenario, la cadena de hombres de seguridad se rompió y así es como Molotov logró llevar su desmadre al Auditorio Nacional, ¡grandes! Los clásicos y el slam siguieron con Changuich, Mas Vale Cholo en su versión extendida y navideña y para rematar, casi literalmente, Dance and Dense Denso que no deja de ser algo así como un himno-ritual a los dioses del slam.

El cuarteto se tomaron sus cinco minutos y regresaron con una sorpresa muy grata interpretando Walk This Way con D.M.C. como Aerosmith lo hubiera hecho en el 87, seguido de Molotov Cocktail Party, Voto Latino, Perro Negro, Santo Niños de Atocha, Animo Delincuencia, Here We Cum, Matate-Tete y después, en medio del escenario recreando un cliché del fútbol mexicano aprovechando el furor del mundial, Randy pone en el suelo del escenario su baqueta para que Micky la pateara al publico a la voz de "Eeeeeeeeeh puto" empezando así con su tradicional despedida tocando -adivinaron- "Puto".

Los Molochos estaban despidiendo lo que fue una noche perfecta, pero claro que no podría faltar la sorpresa de la noche, la cereza del pastel que cada vez parece más una tradición; Rastamandita y las chicas que suben al escenario o que en este caso, Micky subió al escenario para bailar, cantar, tocar el bajo y hacer de las suyas. 

                                 

Y así fue como a toda la bola de escépticos que osábamos pensar que Molotov ya no daban el ancho y que temíamos que su mejor momento había quedado atrás, los molochos nos demostraron el viernes pasado que el ancho les queda corto y que su momento es ahora. Con treinta rolas en setlist (unas nuevas, otras viejas y algunas que rara vez tocan en vivo) invitados de lujo y un juego de luces impresionante, los amateurs lo hicieron de nuevo, felicidades o más bien, ¡chingón!

Acá el setlist: 


Adrián Valdespino
@_Valdespino





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